Acá en la alcantarilla el Cucaracho sufre de
jaquecas. Sus antenas, que son de televisión, han recibido mucha carga
futbolística con Olimpiada y Liga MX. Además se fumó un partido del equipo
checo de volibol playero femenil y trae palpitaciones con temblorina febril.
Aquí sus apuntes (o el compendio de daños, como le llama mientras estira las
seis patas).
Desde
la cueva (Viernes)
La fiera se despereza con elegancia. El regreso a
la sabana le sienta bien y ya lo corroboró en su propia cueva. Con cuatro
zarpazos que atolondran, León se estrenó en casa contra Tijuana. Carlos Peña,
ariete tamaulipeco de 22 años, pegó dos veces en dos rugidos de gol: un globo
de proporciones bélicas y un remate tijeresco que quebró el ladrido de Mohamed.
La manada esmeralda ya traza su cacería desde el superliderato y no ha
permitido gol. A dentelladas, el xoloitzcuintle salió despavorido del Nou Camp.
La mina
embrujada (Sábado)
El vendaval de la noche hidalguense extrajo algún
espanto del subsuelo pachuqueño. El zorro retozó a placer por todo el Huracán y
la cuadrilla de Hugo dio su peor cara. En su papel rojinegro, Héctor Mancilla ya
clavó gol y medio… y por no dejar, cuando el Pachuca agonizaba diezmado a nueve
hombres, Paulo da Silva fue víctima de aquel hechizo minero y empujó el balón
en un monumento al autogol. Aturde porque se trata, quizá, del equipo mejor
armado del torneo. ¿O será que el descenso ya le jaló la cobija al Atlas y
ahora sí viene en serio?
Las
tierras bajas de Jalisco (Domingo)
Allá en el Omnilife (o La Haya de Guadalajara) la
cosa se pone en neerlandés. Tras dos patadas, el rebaño se desperdigó… y detrás
de los tulipanes, el cencerro no se escucha. Cuando el cuento era infumable,
Santos tejió contragolpe y Darwin Quintero se comió la tarde: “los mariachis
callaron”. Cada domingo, al filo de la semana, siempre surgen aprendizajes.
John van’t Schip ya tiene el suyo: conoció a un tal Marco Antonio Rodríguez.
El
rompope inglés
Quizá fueron los rezos de las monjas benedictinas
que habitan en los conventos de Coventry… quién sabe, pero el pelotón de Tena
ya caminó. Allá en la Ricoh Arena, Giovani Dos Santos le bailó a Les Panthères
y México se oxigena. El garrotazo no estuvo fácil y la tribu bantú quedó
tendida enseñando los colmillos. De aquí a Cardiff contra Suiza por la
calificación (sin despotriques en Twitter).